Un paseo de casi tres siglos
Podríamos decir que este museo es un paseo de casi tres siglos (desde 1750 a la actualidad) en el que vemos la evolución de la ropa que se llevaba en la sociedad española de la época. Bien es cierto que, evidentemente, la ropa que vemos del siglo XVIII es la ropa que llevaba la alta burguesía o la nobleza, no las clases más bajas de la sociedad.
Seré sincero, el museo tiene su encanto y su curiosidad, pero el hecho de estar tan apartado (la parada de metro más cercana está a unos minutos andando y el bus más cercano no te deja en la puerta) y que no haya nada más en esa zona son dos inconvenientes a tener en cuenta. Bueno, eso y que no es museo del Prado, claro. El Bernabéu también está apartado y tampoco es el Prado, pero hay transporte público que te deja en la puerta y hay muchos restaurantes chulos al lado.
Los horarios de entrada gratuita son: sábados, de 14:00 a 19:00; y domingos, de 10:00 a 15:00. Fuera de ese horario la entrada cuesta un máximo de tres euros.
El museo está todo en una sola planta. Fui un domingo (ya que era gratuito) y no había nada de cola para entrar. En el museo había pocos visitantes (pude ver unas 20 personas en total) y estoy convencido de que raro debe de ser el día en el que hay acumulación de gente.
Aspectos importantes. Se permite hacer fotos, pero sin flash. Las taquillas (para dejar abrigos, bolsas o lo que sea) son gratuitas. Sobre entrada habilitada para personas con movilidad reducida, hay un acceso en la calle Paul Guinard. Hay en la web una visita virtual que, lamentablemente, presentaba problemas técnicos cuando yo entré y, de todos modos, la vi limitada (creo que un vídeo habría sido más acertado). Y un detalle interesante, si vas en coche es zona de aparcamiento gratuito (ni zona azul ni verde) y me imagino que se puede aparcar siempre sin problema (yo aparqué en la puerta).
Hablando ya de la visita en sí. Una vez que estás en el museo ves la evolución que te muestra de la sociedad española (no sólo de la ropa). El museo está estructurado en 13 zonas diferentes (aunque hay una zona cero que es algo así como la entrada, donde hay un vídeo con audio que te muestra una especie de resumen de lo que vas a ver) y en cada una de esas 12 salas hay un panel que te explica lo más característico de cada época (si son unos 250 años en 12 zonas, porque la cero no tiene panel, pues unos 20 años por zona). En muchos de los casos ese panel incluye un listado de fechas con eventos importantes (un ejemplo tonto, por lo visto en 1932 se promulgó la ley del divorcio en España, pues eso junto con otros hechos históricos te permiten hacerte una idea del tipo de sociedad que había entonces).
Estas zonas tienen varios pequeños escenarios con trajes y, en algunos casos, estos trajes están encuadrados en un marco como puede ser una barra de bar de la época. Todo esto permite encuadrar dentro de un marco histórico la sociedad española de cada momento.
En resumen, el museo es entretenido y curioso. No lo veo nada recomendable para personas de menos de 20 años (a mí por lo menos me llevan cuando tenía 18 y no me habría gustado).
Adicionalmente, hay siempre una exposición temporal. Cuando yo he estado era de Antonio Alvarado, un diseñador español. Esta exposición adicional tenía dos partes (físicamente hablando, seguramente era sólo por temas de espacio): una al lado de la exposición permanente y otra en la planta baja. Ésta en concreto va a durar tres meses.
La tienda de recuerdos es pequeñita y tiene libros curiosos que yo dividiría en tres tipos: de diseñadores muy famosos (como Giorgio Armani o Yves Saint Laurent), para niños e históricos. Los precios oscilan entre los 7 y los 25 euros. Hay también chapas, bolígrafos, artículos decorativos y cosas por el estilo.
Por último, hay cafetería.
Bien, nada más. Siendo sincero, me ha parecido la visita más floja de las que llevo por el momento, pero si eres un apasionado de la evolución de la moda, te gustará, eso garantizado.
